viernes, 26 de agosto de 2011

Consejos prácticos: Aspectos legales, fiscales y administrativos

Hay algo más que simplemente traducir en nuestra profesión. También hay muchas tareas administrativas que considerar cuando se es autónomo.
En primer lugar, hay que mantener una situación legal. Esto quiere decir que hay que inscribirse como profesional en esta área de trabajo. En España, por ejemplo, hay que inscribirse como trabajador autónomo en Hacienda y en el Ministerio del Trabajo e Inmigración para cumplir con las obligaciones fiscales y de la seguridad social. Naturalmente, hay que declarar los ingresos regularmente y pagar los impuestos (por ejemplo, el IVA trimestralmente). Esto significa, también, que hay que dedicar tiempo a cumplir con una serie de responsabilidades burocráticas como llevar un registro de las facturas de los ingresos y de los egresos, y rellenar formularios y declaraciones fiscales.
Además, hay que administrar una cartera de clientes, atender llamadas telefónicas y correos electrónicos, enviar facturas por los trabajos terminados, comprar suministros, controlar las fechas de cobro, mantener algún tipo de control estadístico sobre los resultados económicos de nuestra actividad, etc. [1]

[1] Para más información acerca de la edición y la traducción, ver: «Sobre la edición (1), (2), (3), (4), (5) y (6)», 18 y 25 de marzo, y 1, 8, 22 y 29 de abril de 2011; «Sobre las traducciones (1), (2), (3), (4) y (5)», 21 y 28 de enero, y 4, 11 y 18 de febrero de 2011; y «Consejos prácticos: Los inicios», 5 de agosto de 2011; «Consejos prácticos: Tiempo completo o parcial»; 12 de agosto de 2011; «Consejos prácticos: Traductor autónomo o empleado», 19 de agosto de 2011.

[En la imagen: Theodor Galle: Impressio Librorum (Impresión de libros), hacia 1633, grabado.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.