viernes, 28 de septiembre de 2012

La lectura y la traducción


Además de dedicar los cincuenta años de mi vida profesional a los libros y a las publicaciones como traductor y especialista editorial, soy un lector insaciable.
Se ha dicho mucho de los beneficios de la lectura, pero quiero insistir sobre su importancia como fuente de conocimientos y de cultura para los traductores.
La formación educacional, los diccionarios, Internet, las nuevas tecnologías, las obras de referencia son factores importantes en nuestro oficio, pero los conocimientos y la cultura son los cimientos de una carrera profesional de éxito.
La lectura ayuda a mejorar considerablemente nuestros conocimientos y a extender nuestra cultura al darnos una visión más amplia del mundo en que vivimos.
Leer en las lenguas con las que trabajamos mejora nuestro vocabulario, nuestra sintaxis y nuestra familiarización práctica con las reglas normativas.
Leer traducciones nos ayuda a aprovechar las experiencias —y también los errores— de otros profesionales para mejorar nuestro propio trabajo. Al leer regularmente, he aprendido mucho de otros traductores con los que comparto el amor por nuestra profesión.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Ramona: la traducción de José Martí

Me ha sorprendido gratamente ver que esta novela, traducida hace 128 años, sigue a la venta en las librerías españolas.
José Martí (La Habana, 1853­–1895) es más conocido como organizador del Partido Revolucionario Cubano, que llevó a su país a la independencia de España. Sin embargo, también fue una de las figuras más destacadas de la literatura latinoamericana del siglo diecinueve. Su fama literaria se apoya en el ensayo, la poesía, el periodismo, la narrativa, el teatro, y también en su teoría política, sus proyectos editoriales, su actividad docente y sus traducciones.
Martí tradujo del español, el inglés, el francés, el griego y el latín, incluidos textos de Anacreonte, Hesíodo, Horacio, Hans Christian Andersen, Victor Hugo, Ralph Waldo Emerson, Henry W. Longfellow y Edgar Allan Poe.
En la década de 1880, trabajó en Nueva York para D. Appleton and Company, que publicó sus traducciones: A. S. Wilkins: Antigüedades romanas (D. Appleton & Co., 1883); J. P. Mahaffy: Antigüedades griegas (D. Appleton & Co., 1884); William Stanley Jevons: Nociones de lógica (D. Appleton & Co., 1885); and Hugh Conway: Misterios (D. Appleton & Co., 1886). [1]
En 1888, tradujo, financió y publicó Ramona [2]. Esta novela histórica de Helen Hunt Jackson (1830–1885) cuenta «las desdichas de los indios de México, cuando la conquista de California» [3] después de la guerra de 1846–1848 entre México y los Estados Unidos.

[1] Ver A. S. Wilkins: Roman Antiquities, Macmillan and Co., 1879; J. P. Mahaffy: Greek Antiquities, Macmillan and Co., 1878; Hugh Conway: Called Back, Belford, Clarke and Co., 1883; and William Stanley Jevons: Elementary Lessons on Logic, Macmillan and Co., 1870.
[2] Ver Helen Hunt Jackson: Ramona, Roberts Brothers, 1884.
[3] José Martí citado de un artículo publicado en el diario mexicano El Partido Liberal, 23 de junio de 1887. Ver. Obras completas Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1963–1973, t. 7, p. 51.

[Imagen: Helen Hunt Jackson: Ramona (trad. José Martí), Alfaguara, 2005.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Corrección de referencias médicas


En estos últimos días, he estado corrigiendo centenares de referencias bibliográficas en un libro de medicina que emplea la norma de Vancouver.
Mis colegas más jóvenes pudieran estar interesados en saber que la mayoría de las erratas encontradas corresponden a errores de puntuación y de espaciado.
Como la mayoría de las referencias procedían de revistas científicas, preparé la guía que publico más abajo y la puse en mi tablón de anuncios para que me ayudase a seguir los detalles.
Espero que alguien la encuentre útil.

A. Apellido del autor seguido de las iniciales del nombre (separados por una coma, si hay más de un autor) [punto seguido de espacio en blanco].
Esber GR, Haselgrove M.
B. Título de la publicación en la revista [punto seguido de espacio en blanco].
Reconciling the influence of predictiveness and uncertainty on stimulus salience: a model of attention in associative learning.
C. Nombre de la revista [en su forma abreviada y seguido de espacio en blanco]
Proc. Biol. Sci. 
D. Fecha de la publicación [punto y coma, sin espacio antes o después]; número del volumen [(cuando se incluyen los datos del número de la revista, se encierra entre paréntesis sin espacio antes o después) seguido de dos puntos sin espacio antes o después]: y los números de las páginas del artículo [separados por un signo menos y seguidos de punto final].
2011;278:2553–2561.
Ejemplo: Esber GR, Haselgrove M. Reconciling the influence of predictiveness and uncertainty on stimulus salience: a model of attention in associative learning. Proc. Biol. Sci. 2011;278:2553–2561.

[Imagen: Theodor Galle: Impressio Librorum (Impresión de libros), hacia 1633, grabado.]

viernes, 7 de septiembre de 2012

Los «fingers» en los aeropuertos


En su forma coloquial en inglés, las pasarelas de acceso a aeronaves en los aeropuertos se llaman fingers. Sin embargo, en dependencia de dónde uno esté, pueden llamarse aerobridge, air jetty, air bridge, jet bridge, jet way, loading bridge, passenger walkway, etc.
No hay ninguna necesidad de dejar el termino finger en inglés en nuestras traducciones al castellano como he leído recientemente. Basta con pasarela o pasarela de acceso. [1]

[1] Ver «Baseball es béisbol», 27 de julio de 2012; y «Más sobre la precisión en las traducciones», 24 de agosto de 2012.

[Imagen: Mesa de trabajo medieval publicada originalmente en G. F. Rodwell: South by East: Notes of Travel in Southern Europe, Marcus Ward, 1877.]