Entrada del original a la redacción
Cuando los autores envían sus manuscritos a los editores y
los proponen para su publicación, se les pide que cumplan determinadas reglas.
Para eso están los manuales de estilo. [1]
Antes de la llegada de los ordenadores, estas reglas
incluían algunos requisitos para presentar los manuscritos. Básicamente se les
pedía que los entregasen completos. Esto quiere decir: que debían incluir todas
las partes del libro. [2]
Muchos editores pedían dos ejemplares legibles del
manuscrito que se iba a componer: un original mecanografiado para su
evaluación, edición, revisión de estilo y marcaje tipográfico, y una copia con
papel carbón para diseño y planificación. Los manuscritos entregados debían
estar limpios, a dos espacios y mecanografiados en papel de tamaño estándar y
de buena calidad. Los manuales de estilo daban más detalles.
En la actualidad, con los ordenadores, estos requisitos han
cambiado con el procesamiento informático del los textos. Hoy, la mayoría de
los editores solicitan dos copias legibles y completas del manuscrito —las
llamamos copias impresas o impresiones—: una copia tecleada para evaluación y
edición, una segunda copia tecleada para diseño y planificación de la producción
y una versión electrónica en discos magnéticos, CD o DVD para su revisión de
estilo electrónica o en pantalla. Los manuscritos completos generados por
ordenador presentados también deben ser impresos a dos espacios en papel de
tamaño estándar y de buena calidad. Los demás detalles se pueden consultar en
los manuales de estilo.
Si, en cualquiera de los dos casos, se aceptaba o se acepta
el manuscrito para su proceso editorial, entonces el próximo paso era o será su
lectura en la redacción para decidir su publicación. [3]
[1] Ver por ejemplo: Dolors Escoriza: Manual de
estilo de Editorial Planeta, 1998; Editorial Océano: Manual de
estilo Océano, 1992; Mario Muchnik: Normas de estilo, 2000; El
País: Libro de estilo, 2002; y El Periódico de Cataluña: Libro
de estilo, 2002 (Hay una versión en lengua catalana.).
[2] Estas partes son: portada, índice de contenido, textos
preliminares, texto completo de la obra, apéndices, notas explicativas,
glosario, bibliografía, índice de nombres, pie de grabado, tablas e ilustraciones.
[3] Ver «Viejos
y nuevos procesos editoriales (1)», 8
de febrero de 2013.
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