viernes, 4 de enero de 2013

Vindicación de los libros de cocina

Hace algunos meses, leí con algo de sorpresa las palabras siguientes, publicadas por el profesor B. J. Epstein: «Doy clases en un master en traducción literaria. Cada año vienen estudiantes con la esperanza de que, una vez obtenido el diploma, serán capaces de dedicarse a trabajar tiempo completo como traductores de poesía, obras de teatro u otras. Cada año, algunos de ellos vienen y adoptan un aire despectivo hacia las personas que traducen manuales para usuarios, libros de cocina o informes financieros, y juran que no serán uno de esos. […] Por supuesto, me siento un poco dolido y sorprendido por la forma en que se burlan de todo lo que no sea traducción literaria (un alumno dijo textualmente: “¡Yo nunca me rebajaría a traducir libros de cocina!”, incluso después de que yo hubiese mencionado cuántos libros de cocina había traducido). Pero lo más importante es que me preocupa qué será de estos alumnos cuando lleguen al “mundo real”, armados con sus diplomas de master en traducción literaria, con la esperanza de poder vivir de ese trabajo.» [1]
Lo recordé mientras terminaba de hacer un balance del año 2012 y descubrí que habíamos facturado un total de 21 libros de cocina traducidos o revisados y corregidos, que representan una parte importante de nuestro trabajo editorial de ese año.
Aunque me considero básicamente traductor y revisor de estilo de textos científicos, traduje mi primer libro de cocina en 1997. [2] Desde entonces, los libros y las recetas de cocina han sido una fuente importante de los ingresos familiares por concepto de traducción y edición. [3]
Estoy de acuerdo con el profesor Epstein. Lo que ocurre en el «mundo real» es muy diferente de lo que se espera en un aula. Por otra parte, nadie se «rebaja» traduciendo un tema; excepto, cuando lo hace de manera poco profesional.

[1] “The Next Generation of Translators” [La nueva generación de traductores], publicado por B. J. Epstein en su blog Brave New Words, 6 de abril de 2012.
[2] Ver Nitza Villapol: Cuban Cuisine, Editorial José Martí, 1997.
[3] Más sobre mis traducciones de libros de cocina en: «Traducciones gastronómicas», 13 de noviembre de 2009; «Más cocina cubana», 22 de enero de 2010; «Más gastronomía, aunque más sana», 29 de enero de 2010; «Nuevo libro de cocina (1)», 5 de febrero de 2010; «Nuevo libro de cocina (2)», 12 de febrero de 2010; «Nuevo libro de cocina (3)», 19 de febrero de 2010; «Nueva traducción gastronómica», 25 de febrero de 2011; «Segunda edición sobre gastronomía sana», 29 de julio de 2011; «Nueva traducción de cocina: cenas»; 2 de marzo de 2012; «Nueva traducción de cocina: sopas», 9 de marzo de 2012; «Nueva traducción de cocina: postres», 16 de marzo de 2012.

[Imagen: Edward Caslan: La Soupe [La sopa], publicado en The Illustrated London News, 25 de noviembre de 1871, grabado.]

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