viernes, 9 de septiembre de 2011

Consejos prácticos: Capacidades y limitaciones administrativas

Cuando se compite, se negocia, se pone precio y se ofertan nuestros servicios, debemos tener conciencia de nuestras capacidades y limitaciones administrativas.
Como autónomo, se debe tener en cuenta que hace falta tener cierta capacidad en el área administrativa como:
A. Trabajar sin ninguna otra dirección que uno mismo.
B. Ser un buen planificador, organizador y programador de actividades, porque no habrá en quién delegar, sobre todo en períodos prolongados cuando tendremos que trabajar proyectos grandes en condiciones de estrés en días de fiesta, fines de semana y turnos de noche.
C. Ser capaz de controlar la propia productividad y las propias metas.
D. Ser capaz de comunicarse con los clientes y de trabajar con otras personas.
E. Ser capaz de administrar y de calcular el tiempo con eficiencia.
F. Ser capaz de preparar, verificar y evaluar proyectos para concentrarse en los mejores.
G. Ser capaz de identificar problemas y solucionarlos, y de dar respuesta a situaciones de emergencia.
H. Ser capaz de atender detalles, y de pensar y de trabajar metódicamente.
También, se necesitan algunas capacidades financieras como:
A. Elaborar presupuestos, llevar la contabilidad y los registros de las cuentas.
B. Evaluar, diagnosticar y procesar nuestros datos estadísticos, y de observar el comportamiento de nuestros indicadores económicos.
C. Saber invertir el tiempo y el dinero.
Como hay que hacer trabajo de oficina, debemos tener capacidad para llevar archivos y registros, actualizar los datos en esos registros y desarrollar métodos para simplificarlos al máximo.
Tendremos que «vender» nuestros servicios. Por lo tanto, debemos tener capacidad para hacer contactos, persuadir, asesorar, informar y orientar a los clientes perspectivos; para promover nuestro propio trabajo; para cultivar las relaciones humanas; y para mantener una imagen profesional favorable.
Es importante saber comunicarse bien en la venta de los servicios, por lo que debemos ser capaces de razonar, definir, explicar, escribir y hablar positivamente acerca de nuestros servicios; ser capaces de escuchar las necesidades del cliente y de interpretar sus ideas, de seguir sus instrucciones y especificaciones, y de elaborar preguntas para definir nuestras tareas durante nuestras consultas con ellos. [1]

[1] Para más información acerca de la edición y la traducción, ver: «Sobre la edición (1), (2), (3), (4), (5) y (6)», 18 y 25 de marzo, y 1, 8, 22 y 29 de abril de 2011; «Sobre las traducciones (1), (2), (3), (4) y (5)», 21 y 28 de enero, y 4, 11 y 18 de febrero de 2011; y «Consejos prácticos: Los inicios», 5 de agosto de 2011; «Consejos prácticos: Tiempo completo o parcial»; 12 de agosto de 2011; «Consejos prácticos: Traductor autónomo o empleado», 19 de agosto de 2011;
«Consejos prácticos: Aspectos legales, fiscales y administrativos», 26 de agosto de 2011; «Consejos prácticos: Servicios y mercado de destino», 2 de septiembre de 2011;

[En la imagen: Expertos examinan la piedra de Rosetta en el Museo Británico, grabado publicado por el Illustrated London News, el 12 de septiembre de 1874, acerca del Segundo Congreso de Orientalistas celebrado ese año en Londres.]

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