viernes, 10 de mayo de 2013

Sobre las pequeñas editoriales (2)


Organización y responsabilidad individual
Un despacho pequeño y funcional será suficiente para una editorial pequeña. Los lujos y los espacios vacíos son innecesarios. Un área bien distribuida de 220 metros cuadrados puede acomodar una fuerza de trabajo básica de seis personas.
Organizar este pequeño grupo significa distribuir con claridad las responsabilidades individuales y establecer un flujo de trabajo bien planeado.
Los editores son el elemento clave porque sus tareas principales son encontrar y adquirir libros publicables y autores que puedan aportar manuscritos originales bien escritos, además de administrar el proceso editorial desde el original hasta el libro terminado. Adquirir libros publicables quiere decir que las pequeñas editoriales no se pueden permitir aceptar originales que necesiten rescribirlos, comprobarles los datos y las referencias, hacerles los índices o buscarles las fotos, que son parte de la responsabilidad del autor.
Los redactores de estilo deben recibir originales listos para una revisión simple, porque las revisiones complejas o muy complejas encarecen los costes para convertir un original mediocre o defectuoso en un libro publicable.
Los diseñadores gráficos deben recibir originales totalmente editados ya listos para su diseño de cubierta e interior. Una maquetación rápida no debe verse obstaculizada por la falta elementos.
Los correctores deben limitarse a una corrección ortográfica y tipográfica que no se debe dificultar con la realización de tareas de revisión de estilo dejadas atrás por los redactores.
Los jefes de producción tienen una gran responsabilidad controlando los procesos editoriales programados (flujo de trabajo), contratando los procesos de impresión al impresor óptimo, y vigilando la calidad tipográfica y de impresión de los procesos de imprenta.
Los representantes comerciales deben mantener informados a los editores sobre tendencias y mercados editoriales bien definidos, con datos de mercado fiables y con objetivos comerciales basados en informaciones comprobadas.
Quiénes y dónde
Estas cuestiones plantean una pegunta: ¿dónde encontrar personas responsables y altamente calificadas para encargarse de estas tareas? Lo más probable es que no siempre se encuentren en casa o entre los familiares, entre los amigos o entre los amigos de los amigos.
Si se quiere encontrarlos, hay que buscarlos en el mercado laboral. Si se quiere tenerlos, hay que pagarles bien. Y si se desea conservarlos, hay que respetarlos profesional y personalmente. [1]

[1] Ver «Sobre las pequeñas editoriales (1)», 3 de mayo de 2013.

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