Organización y responsabilidad individual
Un despacho pequeño y funcional será suficiente para una editorial pequeña. Los lujos y los espacios vacíos son innecesarios. Un área bien distribuida de 220 metros cuadrados puede acomodar una fuerza de trabajo básica de seis personas.
Organizar este pequeño grupo significa distribuir con
claridad las responsabilidades individuales y establecer un flujo de trabajo
bien planeado.
Los editores son el elemento clave porque sus tareas
principales son encontrar y adquirir libros publicables y autores que puedan
aportar manuscritos originales bien escritos, además de administrar el proceso
editorial desde el original hasta el libro terminado. Adquirir libros
publicables quiere decir que las pequeñas editoriales no se pueden permitir
aceptar originales que necesiten rescribirlos, comprobarles los datos y las
referencias, hacerles los índices o buscarles las fotos, que son parte de la
responsabilidad del autor.
Los redactores de estilo deben recibir originales listos
para una revisión simple, porque las revisiones complejas o muy complejas
encarecen los costes para convertir un original mediocre o defectuoso en un
libro publicable.
Los diseñadores gráficos deben recibir originales totalmente
editados ya listos para su diseño de cubierta e interior. Una maquetación
rápida no debe verse obstaculizada por la falta elementos.
Los correctores deben limitarse a una corrección ortográfica
y tipográfica que no se debe dificultar con la realización de tareas de
revisión de estilo dejadas atrás por los redactores.
Los jefes de producción tienen una gran responsabilidad
controlando los procesos editoriales programados (flujo de trabajo),
contratando los procesos de impresión al impresor óptimo, y vigilando la
calidad tipográfica y de impresión de los procesos de imprenta.
Los representantes comerciales deben mantener informados a
los editores sobre tendencias y mercados editoriales bien definidos, con datos
de mercado fiables y con objetivos comerciales basados en informaciones
comprobadas.
Quiénes y dónde
Estas cuestiones plantean una pegunta: ¿dónde encontrar
personas responsables y altamente calificadas para encargarse de estas tareas?
Lo más probable es que no siempre se encuentren en casa o entre los familiares,
entre los amigos o entre los amigos de los amigos.
Si se quiere encontrarlos, hay que buscarlos en el mercado
laboral. Si se quiere tenerlos, hay que pagarles bien. Y si se desea
conservarlos, hay que respetarlos profesional y personalmente. [1]
[1] Ver «Sobre las pequeñas editoriales (1)», 3 de
mayo de 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.