viernes, 12 de julio de 2013

Los lomos (de los libros)

Esta semana he tenido que responder algunas consultas sobre la distribución de los textos en las cubiertas de los libros, y me ha parecido interesante compartir una de ellas con mis colegas más jóvenes.
Ya he definido el lomo de un libro en otra entrada como la: «Parte estrecha de la encuadernación que une la cubierta con la contracubierta. Se imprime generalmente con título, autor y logotipo del editor.» [1]
En esta ocasión, la duda ha sido cómo distribuir estos textos en dicho lomo.
Lo ideal es que el libro sea lo bastante voluminoso como para que los textos quepan a lo ancho y facilitar su lectura cuando se encuentra en una posición vertical en un estante (ver los tres primeros ejemplares a la izquierda de la imagen). Sin embargo, no siempre es así y eso obliga al diseñador gráfico a distribuir los textos a lo largo del lomo.
Se aplican dos formas:
1) A la europea, cuando el texto se lee de abajo hacia arriba.
2) A la estadounidense, cuando el texto se lee de arriba hacia abajo (ver los ejemplares a la derecha de la imagen).
Muchos diseñadores y editores obvian esta diferencia y las usan indistintamente, aunque hay una tendencia a emplear la forma estadounidense.
Yo prefiero esta forma porque tiene una ventaja: cuando los libros se colocan horizontalmente con la cubierta hacia arriba, los textos quedan derechos —y fácilmente legibles— mientras que con la forma europea quedan invertidos.

[1] «Términos editoriales: Cubierta», 25 de noviembre de 2011.

[Imagen: Lomos anchos y a la estadounidense de algunas de mis traducciones.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.