viernes, 14 de febrero de 2014

Ir de compras (de traductores)

«Querría conocer sus tarifas de traducción del castellano al inglés y viceversa.» La pregunta es frecuente en los correos-e que llegan a los buzones de los traductores.
La respuesta suele ser rápida. Se está disponible en ese momento o no se está. Si se está, se informan las tarifas y se espera algún encargo. A veces, se espera en vano.
Esa espera en vano es más frecuente que lo que imaginamos. ¿Por qué?
Creo que la clave está en el modo que algunas personas tienen de buscar los servicios de un traductor. Salen de compras, a contactarlos y a comparar costes, como se adquiere un producto cualquiera en el mercado, con la vista fija en la etiqueta del precio.
Esta fórmula suele reparar poco en la calidad y en la experiencia profesional reflejada en el currículo del traductor. Y, casi siempre, suele conducir a la peor elección.

[Imagen: Pieter Brueghel: La torre de Babel, óleo sobre madera, 114 × 155 cm (1563).]


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