viernes, 31 de agosto de 2012

Revisar dos veces


He publicado recientemente un par de entradas acerca de la importancia de la precisión en las traducciones, y algunos de mis colegas más jóvenes pudieran preguntarse cómo pueden mejorar su trabajo además de buscar las palabras más precisas. [1]
Yo recomiendo revisar las traducciones dos veces. Revisar dos veces significa, primero, cotejar el texto traducido con el manuscrito original. En segundo lugar, releerlo para una revisión final. [2]
Si alguien no está familiarizado con las técnicas de edición, revisión de estilo y corrección ortográfica y tipográfica, debe considerar estas ideas:
A. Recordar que la arrogancia —creer en nuestra infalibilidad— allana el camino del error, mientras que una meditación moderada de duda puede ayudar a mejorar la atención a los detalles.
B. Comprobar los encabezamientos primero.
C. Comprobar las fuentes tipográficas que son diferentes al resto del texto.
D. Leer lentamente el cuerpo del texto, palabra por palabra y, preferiblemente, en voz alta.

[1] Ver «Baseball es béisbol», 27 de julio de 2012 y «Más sobre la precisión en las traducciones», 24 de agosto de 2012.
[2] Ver también «Sobre las traducciones (2)», 28 de enero de 2011 y «Sobre las traducciones (3)», 4 de febrero de 2011.

[Imagen: Scriptorium Monk at Work, grabado publicado en William Blades: Pentateuch of Printing with a Chapter on Judges, E. Stock, 1891.]

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