Por lo tanto, he puesto en práctica un sistema de dos turnos
de cuatro horas con una hora u hora y media de comida y siesta intermedias.
Como me levanto a las 6.00, eso significa que comienzo a trabajar alrededor de
las 7.00 y que he terminado de trabajar sobre las 17.00. También me tomo cinco
o diez minutos de descanso cada hora para hacer caminatas cortas por la casa,
beber una taza de té o de café y descansar la vista del monitor del ordenador.
Dos mil palabras en una hornada de ocho horas, cinco días a
la semana, son suficientes. Sin embargo, todo depende de nuestra productividad.
[1]
[1] Ver también «Programa
del día», 21 de septiembre de 2013 y «Horas de trabajo», 1 de noviembre de
2013.
[Imagen: Antonello
da Messina: San Gerolamo nello studio / San Jerónimo (patrón de
traductores e intérpretes) en su estudio], c. 1774–1775, óleo sobre madera.]
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