¿Por qué? Porque, a veces, los traductores debemos
comportarnos como los médicos y responder a la llamada de nuestros clientes sin
importarnos el día o la hora. Porque, profesionalmente, sabemos que esos
servicios de urgencia son necesarios y que somos la solución al problema de
otro.
Esa es una de las partes gratas de este trabajo. Lo demás es
atender al cliente como siempre: hacer el trabajo, enviar la factura y cobrar.
El extra viene de la gratitud de alguien que ha cumplido una fecha ajustada
gracias a nosotros.
[Imagen: «Expertos
examinan la piedra de Rosetta en el Museo Británico», grabado publicado por el Illustrated London News, el 12
de septiembre de 1874, acerca del Segundo Congreso de Orientalistas celebrado
ese año en Londres.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.