Este es el tipo de estrategia que recomiendo a mis jóvenes
colegas en privado y en el aula. Un cliente satisfecho es una posible fuente de
nuevos trabajos gracias a esa efectiva forma de mercadotecnia que convierte las
recomendaciones de otros en una de las mejores formas de promover nuestros
servicios.
Siempre he insistido en que, sin importarnos lo pequeño que
sea el volumen de negocios de un cliente o lo poco extenso que sea un trabajo,
debemos buscar la excelencia. Aunque raras veces la logremos, vale la pena
hacer el esfuerzo porque buscar la excelencia produce buenas traducciones según
los estándares normales.
Esto incluye su entrega escrupulosamente puntual.
[Imagen: Pieter Brueghel: La torre de Babel, óleo
sobre madera, 114 × 155 cm (1563).
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