En 1987, el departamento encargado de los trabajos de normalización en el Instituto Cubano del Libro (ICL) convocó a un grupo de editores locales para redactar la primera norma ramal cubana para la edición de libros. Los editores que entonces formamos parte del núcleo original de aquel comité de redacción fuimos Ana María Muñoz Bach, en representación de la Editorial Letras Cubanas; Felipe Cunill, de la Editorial Arte y Literatura; Alfredo A. Sicre Rivas, de la Editorial de Ciencias Sociales; Juan Valdés Montero, de la Editorial Científico-Técnica; y yo, de la Editorial Gente Nueva. Mi aportación principal fue el acápite de las bibliografías.
A las propuestas de aquel núcleo original se sumaron más tarde las aportaciones de otros compañeros de otras editoriales fuera del ICL hasta que la norma ramal NRCU 024:88 se aprobó con el consenso de las editoriales del país. Aquella norma ramal, modificada en 2005, se encuentra aún vigente y se supone que debe aplicarse en todas las ediciones nacionales en lengua castellana.
Aunque en la norma no aparecen en este orden —aquí se presentan sus elementos según el desarrollo lógico del proceso de edición—, los aspectos principales que regula son los siguientes:
1. La evaluación del original, la lectura inicial y el trabajo de redacción.
2. El orden de presentación de los elementos del original para su composición: la portadilla; el reverso de la portadilla; la portada; el reverso de la portada; la dedicatoria; los agradecimientos; las portadillas interiores; los folios; el glosario; el apéndice; el anexo; el índice; la bibliografía; el colofón.
3. Los requisitos generales para la edición: la escritura con mayúscula, minúscula, redonda, cursiva, negrita y versalita; la utilización de los paréntesis, los corchetes, la raya o guión largo, las comillas y los puntos suspensivos; las citas; las notas y llamadas; los tipos de párrafos; el texto de las obras teatrales; el texto de las obras poéticas; los números, unidades y fechas; los símbolos; las fórmulas matemáticas y químicas, las tablas; la utilización de abreviaturas, siglas y acrónimos; e indicaciones para ubicar las ilustraciones.
4. La revisión de los arreglos realizados, la revisión del marcaje tipográfico, la aprobación de los bocetos de la cubierta y de la cubierta realizada, y la revisión del arte final.
5. La revisión de la primera prueba de composición y los signos de corrección.
[En la imagen: Portada del documento de la Oficina Nacional de Normalización: «Edición de publicaciones no periódicas: requisitos generales», Norma Cubana 1:2005.]
in (one's) stride, at (a) pace
Hace 1 semana
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