Un cliente me pidió recientemente la revisión de estilo «ligera» de una novela en inglés. Normalmente, para los editores anglófonos, «ligera» quiere decir corregir problemas ortográficos,
gramaticales y de puntuación, y otros usos incorrectos del idioma, además de
aquellos problemas que afectan la uniformidad del uso de las mayúsculas, la
ortografía, las fuentes tipográficas, el uso de los guiones y de los números.
No se hace mucho más.
No obstante, una
vez comenzado el trabajo, fue necesario añadir una portadilla con su reverso;
editar la página de créditos; añadir una página para el epígrafe y un índice de
contenido; editar los títulos de los capítulos; ajustar el espaciado; reordenar
párrafos; hacer correcciones en la sintaxis, la terminología y el estilo
editorial; editar los diálogos, y los monólogos interiores y su puntuación
específica; y corregir concordancias y, especialmente, el uso de los tiempos
verbales dentro de un mismo párrafo.
Después de todo, el
trabajo no fue tan light.
[En la imagen: Abraham Bosse. Taller de impresor, c.
1642, grabado.]
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