Cuando se quiere ser elegido, el sentido común en el oficio
de la política recomienda prometer bajar los impuestos. Si se aspira a la
reelección, sencillamente, se bajan.
Coincidiendo con las elecciones municipales, autonómicas y generales en 2015, el gobierno español parece haber optado por lo
último. A partir del 1 de enero de 2015, autónomos y profesionales pagaremos un
IRPF de 19% en lugar de 21%. El IVA se mantiene en 21%.
Esta bajada del IRPF —que sigue rondando una quinta parte de
los ingresos profesionales— es apenas perceptible para la economía individual
de los autónomos. Habrá que esperar si surte algún efecto electoral.
[Imagen: Paul Vos: El recaudador de impuestos, 1543, óleo
sobre tela.]
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